¿Qué son los micromachismos?

A veces pensamos que el machismo es algo que quedó anclado en el pasado, pero en pleno siglo XXI, aún hay ciertas prácticas que se siguen produciendo y que perpetúan la violencia contra las mujeres en sus diferentes manifestaciones. Por ello, es fundamental identificarlas y continuar trabajando en su erradicación.
Hoy, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde la Sección Sindical de CCOO en MAPFRE queremos hablar de los micromachismos.
Puede que no todo el mundo conozca este término, pero seguro que muchas de las situaciones que se detallan a continuación, serán fácilmente reconocibles.
¿Qué son los micromachismos?
A todas las personas nos queda claro, que muchos de los comportamientos machistas resultan muy evidentes y son claramente cuestionables por toda aquella persona que crea en la igualdad de derechos de mujeres y hombres y que, obviamente en nuestra sociedad actual no se toleran.
Sin embargo, hay cierto tipo de conductas y comportamientos mucho más sutiles y difíciles de detectar, muchas veces, debido a la normalización de su uso. Ahí es cuando hablamos de micromachismos.
Se trata de comportamientos instalados en nuestra cultura que se transmiten una y otra vez de forma inconsciente y que, día a día, hacen que las mujeres se tengan que enfrentar a situaciones y actitudes discriminatorias que, aunque muchas de ellas suelan pasar desapercibidas, constituyen igualmente una forma de violencia de género.
¿Cómo se pueden presentar estos micromachismos?
- Con el control sobre el cuerpo: al criticar el aspecto físico o apariencia de la mujer, cuestionando su forma de vestir o maquillarse. Pudiendo disfrazarse de protección “te digo esto por tu bien”.
- Con la desvalorización: invisibilizar los aportes de la mujer en las tareas del hogar, limpieza o crianza, dudar de su capacidad intelectual, ignorar sus ideas u opiniones o restar importancia a su aportación económica por ser menor. Diciendo cosas como que un hombre “ayuda” en casa, cuando participa en las tareas del hogar o que las tareas de cuidado son “cosas de mujeres”.
- Con la descalificación: menospreciando el pensar o sentir de las mujeres, utilizando frases como “eres una histérica” o “estás exagerando”.
- Y otros muchos ejemplos: “las mujeres somos más malas”…”los hombres envejecen mejor”…”¿y ya has encontrado a alguien?…”¿hoy que estás de niñera?” (dirigido a un hombre)…”deberías ser más femenina”…etc., etc.
- En definitiva, el resultado es una pérdida de autoestima por parte de las mujeres, incapacidad para defender sus opiniones y en muchas ocasiones, una vida limitada por el control de la pareja.
¿Cómo luchar contra los micromachismos?
- Eduquemos en igualdad de género. Si queremos un futuro distinto, tenemos que educar en valores de igualdad y respeto, desde la infancia.
- Desmontemos los estereotipos y roles de género, de belleza, de maternidad…cuestionemos lo que ya se tiene aprendido. Nunca es tarde para aprender.
- No seamos tolerantes. No normalicemos lo que es inaceptable. Si algo no nos gusta, dejemos claro nuestra posición desde el primer momento. No todo el mundo se da cuenta ni es consciente de las connotaciones negativas que tienen sus comentarios. No participemos de eso.
En resumen, son “micro” porque son invisibles para todas aquellas personas que no son capaces de identificarlos, pero no deja de ser machismo por muy cotidiano que sea.
La buena noticia es que esto se puede cambiar, con intención y entrenamiento.
“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” – Rosa Luxemburgo.
Manifiesto conjunto CCOO y UGT